El 28 de junio, en el marco de la más grande crisis económico-financiera mundial de los últimos 70 años, se ponen a consideración del electorado nacional y de la provincia de Buenos Aires, dos modelos de país.
Por un lado, un modelo basado en el mercado interno y en el consumo de los argentinos, de acumulación y redistribución del ingreso; un modelo nacional y popular integrado a la patria grande latinoamericana; un modelo de inclusión social que generó más de 4 millones de puestos de trabajo, que bajó la desocupación, la pobreza y la indigencia; que recuperó para los trabajadores los fondos jubilatorios y que permitió que dos millones de personas pudieran alcanzar una jubilación, que construyó infraestructura, escuelas y caminos como solo lo hiciera el General Perón en sus gobiernos.
Por otro lado, un modelo de país exportador de materias primas, ligado a los grandes intereses económicos concentrados, que entre otros males pretenden volver a los nefastos años 90, etapa en la cual la mayor parte de los trabajadores perdieron sus fuentes laborales y vieron reducidos sus salarios. Los representantes de estos intereses pretenden endeudarnos nuevamente con el FMI para preservar sus privilegios y poner de rodillas al país; esto en la práctica significa mayor desigualdad social, eliminando el pago de impuestos a los que más tienen, disciplinando a los asalariados mediante el ajuste y la represión; son los mismos que se suman corporativamente a las campañas de los grandes medios de comunicación masiva intentando condicionar a nuestro gobierno nacional y popular, en una clara y manifiesta actitud destituyente.
Se trata en definitiva, un modelo excluyente, que defiende y representa los intereses de los poderosos, y otro, que rescata las luchas populares, el movimiento nacional que encarnaron San Martín, Irigoyen, Perón y Eva Perón … modelo que hoy encuentra su continuidad y profundización con Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. Un modelo que se inicia después de 30 años de neoliberalismo y que recién ha empezado la ardua tarea de resolver la desigualdad y la pobreza en la sociedad argentina.
Quienes nos sentimos identificados con este proyecto de inclusión social que lleva adelante nuestro gobierno nacional, nos comprometemos a:
1) Apoyar el accionar de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y del Gobernador Daniel Scioli, en tanto referentes institucionales del proceso de transformación e inclusión social iniciado en 2003 por Néstor Kirchner.
2) Apoyar la candidatura a Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires del Compañero Néstor Kirchner, como máximo referente del espacio del Partido Justicialista y del Frente para la Victoria.
3) Convocar a la militancia y al conjunto de la sociedad a movilizarse para apoyar y defender este modelo que nos sacó de la desilusión y el fracaso, para consolidar la construcción de una Patria con Justicia Social, con Inclusión y Trabajo para todos.
4) Respaldar el proceso democrático en marcha, que significa darle la importancia que se merece a la voluntad popular, a través del voto del Pueblo Argentino.
5) Repudiar la actitud de quienes disfrazados de falso progresismo o de denunciantes crónicos, son funcionales a las fuerzas de la reacción y a los intereses de las minorías destituyentes.
Por un lado, un modelo basado en el mercado interno y en el consumo de los argentinos, de acumulación y redistribución del ingreso; un modelo nacional y popular integrado a la patria grande latinoamericana; un modelo de inclusión social que generó más de 4 millones de puestos de trabajo, que bajó la desocupación, la pobreza y la indigencia; que recuperó para los trabajadores los fondos jubilatorios y que permitió que dos millones de personas pudieran alcanzar una jubilación, que construyó infraestructura, escuelas y caminos como solo lo hiciera el General Perón en sus gobiernos.
Por otro lado, un modelo de país exportador de materias primas, ligado a los grandes intereses económicos concentrados, que entre otros males pretenden volver a los nefastos años 90, etapa en la cual la mayor parte de los trabajadores perdieron sus fuentes laborales y vieron reducidos sus salarios. Los representantes de estos intereses pretenden endeudarnos nuevamente con el FMI para preservar sus privilegios y poner de rodillas al país; esto en la práctica significa mayor desigualdad social, eliminando el pago de impuestos a los que más tienen, disciplinando a los asalariados mediante el ajuste y la represión; son los mismos que se suman corporativamente a las campañas de los grandes medios de comunicación masiva intentando condicionar a nuestro gobierno nacional y popular, en una clara y manifiesta actitud destituyente.
Se trata en definitiva, un modelo excluyente, que defiende y representa los intereses de los poderosos, y otro, que rescata las luchas populares, el movimiento nacional que encarnaron San Martín, Irigoyen, Perón y Eva Perón … modelo que hoy encuentra su continuidad y profundización con Néstor y Cristina Fernández de Kirchner. Un modelo que se inicia después de 30 años de neoliberalismo y que recién ha empezado la ardua tarea de resolver la desigualdad y la pobreza en la sociedad argentina.
Quienes nos sentimos identificados con este proyecto de inclusión social que lleva adelante nuestro gobierno nacional, nos comprometemos a:
1) Apoyar el accionar de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y del Gobernador Daniel Scioli, en tanto referentes institucionales del proceso de transformación e inclusión social iniciado en 2003 por Néstor Kirchner.
2) Apoyar la candidatura a Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires del Compañero Néstor Kirchner, como máximo referente del espacio del Partido Justicialista y del Frente para la Victoria.
3) Convocar a la militancia y al conjunto de la sociedad a movilizarse para apoyar y defender este modelo que nos sacó de la desilusión y el fracaso, para consolidar la construcción de una Patria con Justicia Social, con Inclusión y Trabajo para todos.
4) Respaldar el proceso democrático en marcha, que significa darle la importancia que se merece a la voluntad popular, a través del voto del Pueblo Argentino.
5) Repudiar la actitud de quienes disfrazados de falso progresismo o de denunciantes crónicos, son funcionales a las fuerzas de la reacción y a los intereses de las minorías destituyentes.
