lunes, 17 de agosto de 2009

Encuentro Nacional de Curas en la Opción Preferencial por los Pobres


Desde hace ya más de 20 años, el Grupo Nacional de Curas en la Opción por los Pobres nos reunimos en nuestro encuentro anual. Convencidos que Dios nos invita a decir una palabra, quisiéramos decirla para acompañar a nuestros hermanos y hermanas en estos momentos que nos tocan vivir como nación.
Creemos que estamos en momentos de serias dificultades, pero a su vez, momentos de esperanza, momentos de desafío como pueblo.

Vemos que hay fuerzas muy poderosas que quieren frenar todo camino que ayude y aliente espacios de vida y se desentienden totalmente de la realidad de los pobres, aunque los utilicen para sus propios fines, fuerzas que no temen manipular la opinión pública y si fuera necesario acompañar todo proceso destituyente mirando sólo sus propios intereses y no el bien común.

Vemos palabras y actitudes antidemocráticas y sumamente peligrosas para nuestro futuro, un aumento del poder y la influencia de los medios de comunicación, capaces de instalar y voltear candidatos y temas y un peligroso recrudecimiento de tensiones ideológicas.

Como elementos peligrosos para nuestro presente, de un modo particular, hemos notado un reforzamiento político de los sujetos de poder absolutamente indiferentes a la vida y muerte de los pobres, sean personajes de la llamada "Mesa de enlace", de agrupaciones empresarias, sean la Unión Industrial o la autodenominada Asociación cristiana de Dirigentes de Empresa, o sectores de la política, muchos de ellos triunfantes en las recientes elecciones y una constante utilización de los pobres en la región de Latinoamérica, para aprovecharse de ellos, para crear clima de descontento, provocar sensación de malestar sin estar realmente preocupados por la situación concreta, de los pobres concretos; sin atacar o denunciar las verdaderas causas de la pobreza -el sistema capitalista del que no terminamos de desprendernos-, sino aprovechar su situación en favor del propio proyecto personal o corporativo.

Notamos también, una dolorosa incapacidad de ciertos sectores de la jerarquía eclesiástica, que proponen modelos eclesiales de siglos pasados y parecen incentivar cazas de brujas y no modelos capaces de dar la vida por su pueblo, la liberación y el florecimiento del reino de Dios.

Pero vemos también espacios de vida y esperanza que nacen particularmente de los pobres, de su fe, de su resistencia y su amor a la vida, que percibimos y celebramos en medio de la misma gente a la que acompañamos y de la que aprendemos a diario y presentan pequeños o grandes signos de resistencia y vida como vemos en comunidades, pueblos o en algunos dirigentes sociales y gobiernos de países hermanos.

Destacamos también el camino de nuevas organizaciones, de participación ciudadana, redes sociales particularmente entre los pobres, y el fortalecimiento de la sociedad civil.

Somos curas que queremos caminar en medio de nuestro pueblo, acompañando los dolores y las celebraciones. Y sabemos que muchas veces no hemos sabido serlo.

Por eso queremos renovar cada día nuestra opción y compromiso de ser fieles al evangelio de Jesús, el que anuncia buenas noticias a los pobres, a la Iglesia que el gran profeta Juan XXIII llamó "Iglesia de los pobres" y al pueblo del que somos parte y al que queremos servir con nuestras limitaciones pero con nuestra pasión por la justicia y la vida.

Florencio Varela, 13 de agosto de 2009




ROBERTO GOMEZCEL: 011-155-400-9147

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