El 28 de junio, en el marco de la más grande crisis económico-financiera del mundo, en los últimos 70 años, se ponen a consideración de los argentinos dos modelos de país.Por un lado, un modelo basado en el mercado interno y en el consumo de los argentinos, de acumulación y redistribución del ingreso; un modelo integrado a Latinoamérica; un modelo de inclusión social que generó más de 4 millones de puestos de trabajo, que bajó la desocupación, la pobreza y la indigencia; que recuperó para los trabajadores los fondos jubilatorios y que permitió que dos millones de personas pudieran alcanzar una jubilación, que construyó infraestructura, escuelas y caminos. Un modelo que se inicia después de 30 años de neoliberalismo y que recién ha empezado la ardua y resistida tarea de resolver la desigualdad y la pobreza en la sociedad argentina.
Por otro lado, un modelo de país exportador de materias primas, ligado a los grandes intereses económicos concentrados, que entre otros males pretenden volver a los nefastos años 90, etapa en la cual la mayor parte de los trabajadores perdieron sus fuentes laborales y vieron reducidos sus salarios. Los representantes de estos intereses pretenden endeudarnos nuevamente con el FMI para preservar sus privilegios poniendo de rodillas al país y – a confesión de parte - desandar el camino de recuperación del capital estatal y de los jubilados reprivatizando los fondos previsionales y cuanto encuentren a su paso. Esto en la práctica significa mayor desigualdad social, eliminando el pago de impuestos a los que más tienen, disciplinando a los asalariados mediante el ajuste y la represión. Se trata en definitiva de un modelo excluyente que defiende y representa los intereses de los poderosos.
Nosotros, como trabajadores de la AFIP, debemos hacer un ejercicio de memoria. Recordar por ejemplo, los intentos privatizadores que hubo en la casa (art. 58-presupuesto 2001, inarss, Informática, etc.) o al tristemente célebre laudo 15/91 de la época de Cossio y Menem, cuando trataban de corruptos al personal de la DGI, la instauración de la nefasta tablita machinea, los descuentos del 12 y el 13 % sobre nuestros haberes y las jubilaciones, los “retiros voluntarios” y los despidos, el congelamiento salarial y el estancamiento de la Carrera. Memorable también, la fugaz irrupción de Rodríguez Larreta (mano derecha de Macri) puesto sólo para la cartera de quienes representaba.
Como contracara de estos despropósitos, desde 2003 a la fecha, hemos obtenido la apertura de las paritarias, la recuperación del poder adquisitivo de nuestros salarios, la firma de un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo, la Estabilidad Laboral y la derogación de la tablita de machinea, entre otras cosas.
Muchos creíamos que la década menemista estaba muerta y sepultada, que el bochornoso gobierno de la Alianza en el 2001 era ya algo superado. Lamentablemente hoy vemos que sólo están mimetizados pero agradecemos que se hayan sacado las caretas.
Creemos que los trabajadores de la AFIP (que no comemos vidrio) debemos votar en Defensa Propia, por eso esta Mesa Directiva Nacional apoya a todos los candidatos del Frente para la Victoria a nivel nacional y recomienda a nuestros compañeros y compañeras que los acompañemos en las urnas. El lugar más indicado para defender nuestras conquistas y ponerles freno a los planes de los “playboys” devenidos en políticos.
MESA DIRECTIVA NACIONAL
Por otro lado, un modelo de país exportador de materias primas, ligado a los grandes intereses económicos concentrados, que entre otros males pretenden volver a los nefastos años 90, etapa en la cual la mayor parte de los trabajadores perdieron sus fuentes laborales y vieron reducidos sus salarios. Los representantes de estos intereses pretenden endeudarnos nuevamente con el FMI para preservar sus privilegios poniendo de rodillas al país y – a confesión de parte - desandar el camino de recuperación del capital estatal y de los jubilados reprivatizando los fondos previsionales y cuanto encuentren a su paso. Esto en la práctica significa mayor desigualdad social, eliminando el pago de impuestos a los que más tienen, disciplinando a los asalariados mediante el ajuste y la represión. Se trata en definitiva de un modelo excluyente que defiende y representa los intereses de los poderosos.
Nosotros, como trabajadores de la AFIP, debemos hacer un ejercicio de memoria. Recordar por ejemplo, los intentos privatizadores que hubo en la casa (art. 58-presupuesto 2001, inarss, Informática, etc.) o al tristemente célebre laudo 15/91 de la época de Cossio y Menem, cuando trataban de corruptos al personal de la DGI, la instauración de la nefasta tablita machinea, los descuentos del 12 y el 13 % sobre nuestros haberes y las jubilaciones, los “retiros voluntarios” y los despidos, el congelamiento salarial y el estancamiento de la Carrera. Memorable también, la fugaz irrupción de Rodríguez Larreta (mano derecha de Macri) puesto sólo para la cartera de quienes representaba.
Como contracara de estos despropósitos, desde 2003 a la fecha, hemos obtenido la apertura de las paritarias, la recuperación del poder adquisitivo de nuestros salarios, la firma de un nuevo Convenio Colectivo de Trabajo, la Estabilidad Laboral y la derogación de la tablita de machinea, entre otras cosas.
Muchos creíamos que la década menemista estaba muerta y sepultada, que el bochornoso gobierno de la Alianza en el 2001 era ya algo superado. Lamentablemente hoy vemos que sólo están mimetizados pero agradecemos que se hayan sacado las caretas.
Creemos que los trabajadores de la AFIP (que no comemos vidrio) debemos votar en Defensa Propia, por eso esta Mesa Directiva Nacional apoya a todos los candidatos del Frente para la Victoria a nivel nacional y recomienda a nuestros compañeros y compañeras que los acompañemos en las urnas. El lugar más indicado para defender nuestras conquistas y ponerles freno a los planes de los “playboys” devenidos en políticos.
MESA DIRECTIVA NACIONAL
ROBERTO GOMEZ - SEC. PRENSA
JORGE BURGOS - SEC. GRAL
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